domingo, junio 28, 2009

¿Valor agregado? Prácticas de consumo insostenibles

Mover los granos miles y miles de kilómetros porque nos han dicho que como país es preferible comprar y vender a ser autosuficientes en cereales y leguminosas.

Emplear costosos procedimientos de conservación para darnos el gusto de saborear frutas exóticas en cualquier lugar y cualquier día del año, porque ya perdimos el gusto por las que son locales y de temporada.

Sobre procesar las materias primas hasta obtener harinas, azúcares y lácteos desprovistos de fibras, vitaminas y nutrientes naturales para después adicionarle otros de origen sintético, porque nos enseñaron a despreciar los alimentos con apariencia rústica.

Rodear la comida de interminables empaques, cajas, envoltorios y bolsas que con frecuencia valen más que su contenido y se transforman en millones de toneladas de basura, porque ya se perdió la costumbre de comprar a granel y emplear nuestros propios recipientes.


Comprar en función de lo que dicen las campañas publicitarias, que nos llevan a comer imágenes en vez de alimentos...


No todo es comer elotes asados a pie de milpa, a veces hay que procesar un poco más los frutos de la tierra. Pero de ahí a no conocer el maíz más que en CORN FLAKES hay mucho trecho.


La producción agropecuaria que nos alimenta debe ser cosechada, acopiada, movilizada, almacenada y a veces transformada y empaquetada para que, al final, las familias puedan preparar y consumir viandas. Y de cada uno de los eslabones de esta cadena supone una inversión y tiene un costo que debe reflejase en el precio final.


Pero en una sociedad consumista como la nuestra, el proceso que forzosamente ha de seguir la producción primaria para llegar al consumidor, se prolonga, agiganta y distorsiona. Entre la milpa y la mesa, los bienes agropecuarios sufren una perversa mutación que los convierte en "alimentos chatarra": productos caros, sin calidad nutritiva y con frecuencia dañinos.

3 comentarios:

bindi_mx dijo...

Queridisima lamarussa!!: Qué alegría leerte nuevamente. Gracias por tu interesante contribución.
Es verdad que la sobrepoblacion y los malos hábitos nos han hecho consumistas de toda esta chatarra.
Volvamos a la naturaleza!!.
Un fuerte abrazo
bindi

RosaMaría dijo...

estoy totalmente de acuerdo con tu post...somos pocos los consumidores criterosos...ahora educan a niños y jóvenes para que no gusten sabores naturales... perdón por mi escritura...en mi blog sabrás el porqué... besos

Griselda dijo...

Muy interesante lo que leí aquí.